Uno de los signos de que el verano ha llegado es la presencia de sardinas en los mercados y en nuestras parrillas. Con unos simples pasos, es posible preparar sardinas a la brasa en una parrilla o plancha y disfrutar de su intenso sabor. Aunque su mayor fama se da en torno a la noche de San Juan, el 23 de junio, su temporada de pesca se extiende hasta octubre.
Todo sobre las Sardinas a la Brasa
Es un auténtico placer degustar unas sardinas en compañía de amigos o familiares, acompañadas de un buen pan y un vino gallego.
En la noche de San Juan, es muy común preparar sardinas a la parrilla sobre brasas y dar la bienvenida a una noche mágica. En los últimos años, la captura de sardinas ha disminuido, por lo que su precio se ha disparado a 15€/kg en el mejor de los casos en fechas clave. De todas formas, la tradición es la tradición y no hay quien se resista a este manjar.
La calidad y frescura del pescado es muy importante. Para asegurarnos de su frescura, debemos buscar sardinas de color plateado brillante, con ojos claros y sin sangre, cuerpo firme y agallas de un rojo intenso. Por supuesto, también es importante que no huelan mal, ya que a los 2-3 días pierden toda su frescura.
Asaremos las sardinas enteras, sin quitarles las vísceras, ya que de esta manera estarán más sabrosas. Una vez cocinadas, será fácil retirar esta parte. Antes de colocarlas en la parrilla, les pasaremos un papel de cocina para quitar cualquier resto de sangre.
Las mejores brasas son las de madera, por lo que recomiendo optar por esta opción en lugar de usar carbón. Deberemos hacer una cantidad suficiente para que cubra toda la superficie de la parrilla.
Dejaremos que el fuego se apague, que no haya llamas, y el soporte de la parrilla estará a una distancia prudencial, al menos una cuarta parte de la altura de la parrilla. Las sardinas soltarán su grasa, provocando algunas llamas que no queremos que alcancen la parrilla.
¿Buscas una forma sencilla y deliciosa de disfrutar de las sardinas a la brasa?
¡Prepáralas a la parrilla! Este plato es muy popular en Galicia, especialmente en la noche de San Juan. Con unos pocos ingredientes y algunos consejos útiles, podrás cocinar unas sardinas a la parrilla que te dejarán con ganas de más.
Para empezar, salpimenta bien las sardinas con sal gorda. Colócalas en paralelo sobre la parrilla, todas en el mismo sentido y en perpendicular a los listones. Si estás utilizando una plancha, ponlas de la misma manera, pero deberás voltearlas una por una.
Una vez que estén dispuestas las sardinas, asegúrate de que la parrilla esté a unos 20 cm de las brasas. Cuanto más calor desprendan las brasas, mayor deberá ser la altura de la parrilla. Queremos que las sardinas estén bien cocidas pero sin quemarse.
Cubre la parte superior de la parrilla con las brasas y cocina las sardinas primero por un lado. Cuando la piel esté crujiente y dorada, dales la vuelta. Es importante que tengan un aspecto exterior atractivo, pero también que estén bien cocidas. En aproximadamente 2-3 minutos por cada lado estarán listas.
Para comprobar si las sardinas están cocidas, retira una de ellas y pruébala. Si todavía no están a tu gusto, cocina las demás por un poco más de tiempo.
Ahora viene la mejor parte: servir y comer las sardinas. Lo mejor es comerlas calientes y recién sacadas de la parrilla. Acompáñalas con un trozo de pan de maíz, conocido en Galicia como «Broa» o «Brona». ¡Una combinación perfecta!
Para comerlas, simplemente coge un poco de lomo de sardina con los dedos y llévalo a la boca. Un bocado delicioso y muy especial si se disfruta con amigos y familiares en la noche de San Juan. Y para maridarlas, te recomendamos un buen vino blanco de alguna de las D.O. de Galicia.
¡Disfruta de tus sardinas a la parrilla y buen provecho!